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La pérdida de cabello es uno de los problemas capilares que más nos preocupan. Pero, en la rutina de cabello de todas nosotras, seamos sinceras, pasamos mucho del cuero cabelludo (y yo la primera). Solo nos preocupamos de esto cuando empieza a ser demasiado tarde.
Entre todas las soluciones, la mesoterapia capilar es uno de los procedimientos médicos más sencillos para reducir la pérdida de cabello, sanear el cuero cabelludo y mejorar el estado de la melena.
Y es que, dedicamos horas de nuestra vida y auténticas fortunas a la piel de nuestro rostro, pero relegamos al olvido la de otras zonas, entre las que se encuentra el cuero cabelludo.
La mesoterapia capilar es un tratamiento médico que invierte degeneración de las células de nuestro cuero cabelludo. Este proceso degenerativo puede ser causado por problemas hormonales, la edad, carencias nutricionales, medicaciones… Y provoca la caída del cabello.
Gracias a este potente tratamiento, se consigue recuperar el cuerpo cabelludo y que el pelo crezca más grueso, sano y brillante.
Se recomienda a personas con alopecia androgénica y sus resultados son especialmente llamativos en combinación con PRP (plasma rico en plaquetas).
Siempre recomiendo ir a centros de prestigio y con experiencia en el tema (por ejemplo, tengo buenas referencias de personas que se han hecho un tratamiento capilar con IMD).
Es muy importante recibir un diagnóstico acertado. Si no necesitamos el tratamiento, se realiza incorrectamente o no se tienen en cuenta las alergias, puede causar incluso mayores problemas.
Mediante pequeñas inyecciones, se infiltran en la piel de la cabeza precursores o activadores, compuestos por un cóctel de vitaminas, ácido hialurónico, coenzimas y oligoelementos esenciales.
Con la mesoterapia capilar se consigue:
Este tratamiento es muy efectivo para la pérdida de cabello, con resultados en apenas semanas.
Además de ser efectivo, este tratamiento es seguro, no resulta doloroso ni tiene contraindicaciones relevantes. Tampoco daña el tejido.
El tratamiento consigue reducir y controlar la inflamación de la zona, eliminando problemas como la caspa o los picores.
Con una sencilla crema anestésica se eliminan los dolores, sintiendo una leve molestia como en cualquier tratamiento estético.
Después de este tratamiento no invasivo, no es necesario tiempo de reposo ni recuperación. ¡Unos pinchacitos y a la oficina!
Dependiendo de la gravedad del problema. Debe de ser determinado por el médico.
Bien realizado, se obtienen resultados visibles a los 2 meses.