Vamos a dejarle el tema de la barriguita a Papa Noel. Nosotras queremos mantenernos buenorras, a pesar de que nuestra madre nos pase veinte veces por delante la bandeja del turrón.
Resistirse a las tentaciones me resulta más fácil con estos trucos. Ponerlos todos en práctica no es fácil, pero con ir cambiando algunas rutinas seguro que lo notas.
CONTENIDO DEL POST
Ya sean unos poquitos frutos secos, una fruta, una zanahoria… Los alimentos ricos en fibra requieren más trabajo para digerirse, por lo que te mantienes saciado más tiempo.
Además, provocan una ligera sensación de hinchazón en el estómago, lo que hace que no tengas tanta hambre, tomando muchas menos calorías.
En Navidad me lo impongo todos los días: sólo se desayuna el día de Reyes roscón y un chocolate.
Lee cómo hacer correctamente el ayuno intermitente.
Esto intento hacerlo también cada vez que salgo a comer o cenar. Me cuesta mucho resistirme a un plato delicioso y más en España que nos gusta pedir de todo y picotear.
Antes de la comida, me preparo un té con inulina (una fibra natural súper saciante). Me encanta, llevo años tomándola 2 veces al día y es lo más.
Si no la tengo a mano, me tomo uno o dos vasos de agua.
El cerebro tarda unos 20 minutos desde que empiezas a comer en recibir la señal de que ya estás lleno. Al comer trocitos pequeños y despacio, gano tiempo y dejo de tener hambre con menos comida en mi estómago.
Saber que mi estómago es del tamaño de mi puño me dejó bastante flipada. Así que intento servirme exactamente esa cantidad. Y lo del plato de postre es un clásico, pero funciona. Cuando veo el plato a rebosar, da vergüencita.
Cuando leí este truco me pareció la repera. Y a mí me funciona. Nada más terminar de comer, zas. Dientes limpios. Con el sabor a menta fresca en la boca no pico nada más.
No tiene nada que ver lo que bebemos habitualmente con la cantidad de cenas, copas y celebraciones de diciembre y enero. Las copas tienen muchas calorías y además, el alcohol ralentiza el metabolismo. Así que me gusta tomar un vasito de agua entre medias.
¿La mejor manera de reducir cientos de calorías y azúcar en sólo una noche? Cambiar el tipo de alcohol que bebo. He optado por tomar vodka, whisky (el tequila también tiene 0 azúcar pero a mí me sienta mal). Y tomarlo siempre con soda o agua con gas y un poco de limón exprimido.
Si puedo entrenar a diario, genial. Pero si no, ir andando a hacer recados, caminar deprisa, subir escaleras, bailar con mis hijos… Todo suma.
¿Tú tienes algún truco infalible?