Después de años organizando hospitalities, desfiles y demás eventos para empresas, no había nada que me hiciese más ilusión que ser mi propia wedding planner.
Y, aunque muchas parejas suelen contratar profesionales para que les ayuden, seguro que a alguna de vosotras le apetece también encargarse de estas tareas.
¿Es tu caso? Pues estos son mis tips para que tengas la boda de tus sueños.
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El presupuesto es el factor determinante para la mayoría de las decisiones, por lo que tiene que ser de las primeras decisiones.
Abre una plantilla de eventos en Excel, para mantener toda la información (presupuestos, importes pagados, links a artículos o webs) en un solo lugar.
En las partidas importantes, siempre pide 2 o 3 presupuestos.
Y no te olvides de guardar un 15% del presupuesto total para imprevistos (porque van a darse).
Establece con tu pareja el tipo de boda que deseáis, la decoración y la celebración.
En cuanto tengáis eso claro, reservad las fechas de la Iglesia, comida, lugar del evento, foto y video, decorador y música.
Son las partidas en las que más hay que gastar, ya que estas son las decisiones hacen que una boda sea un éxito.
Nadie va a pensar “oh, no ha habido fuegos artificiales”. Pero desde luego que no olvida una comida mediocre o un mal DJ.
Una de las cosas más bonitas (en mi opinión) es que la boda tenga la personalidad de los novios.
Yo diseñé desde el misal, a las invitaciones o la cartelería de las barras de cócteles.
También es importante pensar en los detalles para boda (y que tengan un sentido).
Un abanico si se celebra en un lugar caluroso, un bonito chal si por la noche refresca, o regalitos para tener a los niños entretenidos.
¿Y qué mejor que reclutar a familia y amigos para ayudarte en todas estas tareas?
Si eres una perfeccionista como yo, esto va a ser difícil. Pero te recomiendo que organices tareas y horarios con antelación, las delegues en tus seres queridos y ese día te centres en disfrutar.
Sí, yo también me angustio cuando algo no sale como lo había planeado. Pero hay que asumir que es imposible que todo salga a la perfección y centrarse en lo positivo, porque si no te vas a amargar la boda.
Durante la preparación, intenta escuchar poco las opiniones de los demás.
Puede que incluso escuches comentarios ese día sobre tu vestido, las invitaciones o la música… Pero lo importante es que os guste a ti y a tu marido.
Por supuesto, hay millones de cosas más (la lista de bodas, tratamientos faciales, encontrar una tienda de regalos, traslado, hoteles y peluquerías para los invitados, la luna de miel…).
Pero si tienes todo lo anterior controlado, cuando llegue el día de tu boda podrás disfrutar de todos los momentos especiales. Porque, créeme, ¡ese día pasará volando!
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