¡Pues me he hecho mi primera operación de cirugía estética! Una rinoplastia ultrasónica con el Dr. Blas García. Sólo puedo decir que estoy súper feliz y me veo guapísima. Cómo busqué al mejor cirujano, mi experiencia, postoperatorio y las fotos del antes y después de mi operación de nariz.
DE UN VISTAZO
CONTENIDO DEL POST
¿Por qué he decidido compartirlo en mi blog? Porque no paro de leer a famosas negando que se han hecho operaciones estéticas. Ellas están súper estupendas a base de dormir mucho y usar determinadas cremas…
JLo, siempre has sido fabulosa, pero salvo que seas Benjamin Button, no nos lo creemos.
Viva la cirugía plástica, el botox, el ácido hialurónico y los médicos que nos ayudan a estar más bellas.
A pesar de que estoy súper a favor de las operaciones estéticas (con cabeza), soy muy mala paciente y me da bastante yuyu todo.
Mi nariz era desproporcionada en tamaño y fea de forma. Sin embargo, cada vez que me planteaba hacerme una rinoplastia, sólo de mirar las fotos de pacientes en el postoperatorio, con la cara entera amoratada, se me quitaban todas las ganas. Tanto, que me hice una rinomodelación (cuyo resultado no me entusiasmó, pero suavizó bastante mis rasgos).
Tampoco me llegaba a lanzar porque, con la técnica clásica, ni el mejor cirujano te podía asegurar una operación de nariz con resultado preciso y bonito: con el escoplo y el martillo la ruptura del hueso podía descontrolarse con facilidad.
¿Cuántas personas han tenido que someterse a una rinoplastia secundaria o terciaria? Muchas más que con cualquier otra operación estética.
Por no hablar de las que han acabado con resultados demasiado artificiales. Respeto a cada uno, mi gusto no es mejor que el de nadie. Pero yo sabía que una nariz de estrella de telenovela a mí no me iba a hacer feliz.
La rinoplastia tradicional ha sustituido la lima y el martillo centenarios por la tecnología piezoeléctrica (un bisturí que, mediante vibraciones ultrasónicas, permite modelar y cortar el hueso de forma segura y muchísima precisión).
La rinoplastia ultrasónica no daña los tejidos blandos (músculos, piel, vasos sanguíneos…) y esto reduce la inflamación y moratones.
¿El resultado? Una cirugía mucho más precisa con un postoperatorio mucho más leve.
ESTA ES LA MÍA.
Si para crear mi rutina facial he dedicado horas y horas de investigación, para plantearme una cirugía en mitad de mi rostro, os podéis imaginar.
¿Quiénes son los mejores cirujanos de rinoplastia ultrasónica del mundo, qué hacen y cómo? ¿Hay algún equivalente en España?
Pues si, efectivamente aquí hay médicos buenísimos y todos tienen una lista de espera bastante larga, así que no había que perder el tiempo.
El doctor Blas García en seguida me conquistó. A su brillante currículum (premiado como mejor cirujano de rinoplastia en España y Europa) y gran experiencia como cirujano, se unía un gusto estético exquisito y muy delicado. Todas las operaciones que había visto eran perfectas y muy bellas. Y esto, no me había pasado con otros.
Sin duda, se trataba de un cirujano perfeccionista que no se iba a conformar con «arreglarme un poco la giba» como me habían dicho otros. Sabía que me iba a dejar guapísima.
Además, realiza unas 10 cirugías de nariz a la semana. Y a mí, que sólo haga narices, me daba mucha tranquilidad. Conocimiento absoluto del tema y seguro que ha vivido todas las experiencias posibles.
En persona, terminó de ganarme: empático, con atención al detalle y contestando ampliamente todas mis preguntas.
El resultado de la rinoplastia no depende (únicamente) del histórico de operaciones y pericia técnica del médico. Para hacer una cirugía de nariz proporcionada y armónica con el rostro hay que mirar más allá.
Un buen cirujano observa la asimetría natural que tenemos en el rostro, la forma del hueso maxilar, el volúmen del mentón y las mejillas… Sabe la tendencia de las estructuras faciales con el paso del tiempo. Y todo eso influye en el resultado.
Además, aunque hay personas que sólo necesitan trabajo en la punta, o tienen giba, el tabique desviado… Muchas veces no puede trabajarse sólo esa parte, ya que no quedaría proporcionada. La nariz es una estructura completa.
En mi caso me realicé una rinoseptoplastia abierta (quiere decir que se hace una incisión en la columela y se levanta la piel para operar).
Mi petición al doctor Blas García fue simple: quiero una nariz proporcionada y natural. Sabiendo su gusto estético, estaba tranquilísima.
Llego a la clínica, donde me preparan y voy al quirófano, donde me operan bajo anestesi local y sedación. Cierro los ojos (para evitar ver nada y ponerme nerviosa) mientras charlo con el doctor y su equipo, todos encantadores. Antes de darme cuenta ya me estoy despertando y oigo voces lejanas. Rinoplastia ultrasónica terminada.
Del quirófano me pasan a la habitación, me dejan descansando y me dan un zumo.
Tumbada en la cama, me vienen a la cabeza fotos de postoperatorio de rinoplastia con mujeres amoratadas y recuerdo toda la gente que me ha recomendado: ¡no te mires en el espejo!
Pero yo he investigado mucho las operaciones del Dr Blas García y sé que esa no voy a ser yo. Abro la cámara del móvil y WOOOOOOOOW. ¿Qué me acaban de hacer qué? ¡Estoy con vendas pero espectacular!
Una hora más tarde, viendo que estoy bien, me dan el alta.
Día 1: Me acaban de operar por la mañana. ¿Dolores? Ninguno. ¿Molestias? Tampoco. Así que a media tarde me voy a la terraza del hotel un rato (como hay que llevar mascarilla por el covid nadie ve nada).
La primera y segunda noche hay que dormir incorporada sobre 2 almohadas. Además, durante 3 semanas sólo boca arriba. Me recomiendan una almohada de cuello y es genial.
Día 2: Vuelo de vuelta a Madrid sin ninguna molestia. Empiezo con los lavados con Rhinomer, que ayudan un montón y me voy curando los puntos. Me han venido genial los vídeos del postoperatorio de Jaro, el enfermero del doctor. Da trucos y lo hace más sencillo.
Día 3: Como me habían avisado, es el día que más hinchada estoy. Las primeras dos semanas se irá bajando en mayor parte. Evito las bebidas muy calientes y me pongo una bolsita de frío en la cara. Ya no llevo bigotera pero moqueo todo el tiempo (literalmente).
Día 4: El edema o inflamación sigue bastante presente, siento que se ha extendido un poco hacia los mofletes.
Día 5: Empiezo a moquear menos y estos son más densos.
Día 6: Último día de la medicación.
Día 9: Viajo en el día a Tenerife a quitarme la férula. Todo va perfectamente. Mi labio superior está un poco aplastado, aunque es algo habitual y temporal.
3 semanas: Ya puedo usar gafas, dormir de lado y hacer ejercicio suave. La inflamación sigue bastante presente aunque ha bajado mucho. Siento que va cambiando de forma por días.
3 meses: La forma ya se mantiene estable y ha bajado mucho la inflamación. El labio vuelve a estar como siempre desde hace semanas. El puente y la punta siguen duros.
1 año: Revisión con el Dr. Blas García en Tenerife. La nariz está súper bonita y ya definitiva, aunque mi punta sigue dura. El cirujano me inyecta corticoides que harán que vaya normalizándose y definiéndose aún más.
El proceso de curación de una rinoplastia es largo: hasta un año después de la cirugía no tendrás el resultado definitivo. Sin embargo, a los 3 meses de postoperatorio el resultado ya se va pareciendo bastante al definitivo.
Estas son las fotos del proceso de antes y después de mi rinoplastia:
Semanas 2, 3 y 1 año tras la cirugía
Después de 1 año y antes de la cirugía
El Dr. Blas García opera con anestesia local y sedación (así me operé yo y tuve un postoperatorio sencillo, rápido y agradable) o bajo anestesia general.
No. Sólo una gasa sobre el labio, llamada bigotera, durante 1-2 días.
No. He ido a médicos que te modifican la nariz con Photoshop y personalmente no le veo el sentido. Eso me lo puedo hacer yo con Facetune 🤣.
Lo que hizo el Dr. Blas García es estudiar mi rostro muy detalladamente y me comentó las opciones y limitaciones que tenía. A partir de ahí, vimos fotos de sus operaciones para definir el tipo de punta, perfil y estilo de nariz que quería. Viendo el gusto estético del doctor en sus millones de fotos, tenía confianza ciega.
El precio de la rinoplastia ultrasónica es evidentemente una de las primeras cosas que necesitas saber.
Varía en función de las características de cada persona: nada tiene que ver el precio que paga una persona que sólo necesita retocarse la punta con aquella que tenga que transformar todas las estructuras de la nariz y coger injertos de la costilla. Y la única persona que sabe lo que necesitas va a ser el cirujano.
Os dejo un link donde el Dr. Blas García habla de sus precios para la rinoplastia ultrasónica.
¿Mi opinión sobre el precio? Que una operación segura, con un buen cirujano experimentado y un buen equipo se paga. Cuidado con las promociones, chollos y médicos en prácticas (sorry!) ¿Merece la pena arriesgarse a una rinoplastia horrible en medio de la cara…? Prefiero tener paciencia y ahorrar un poco más.
Las primeras 3 semanas está prohibido. Hasta la semana 6, sólo ejercicio muy suave, sin pesas ni deporte de contacto. A partir de la sexta semana, ya puedes volver a tus rutinas habituales.
Un mes.
Aproximadamente 4 meses. Yo me he operado en junio y no he dejado de ir a la playa o a la piscina: simplemente soy muy metódica con el protector solar y las gorras y sombreros.
Si queréis información más a fondo, os recomiendo leer la web del Dr. Blas García o contactar con su consulta (por email contestan rapidísimo, por teléfono cuesta más). Son encantadores.
Y, si estás dudando entre rinoplastia o rinomodelación, yo me he hecho ambas y puedes leer mi experiencia.
COMPRA EL POST