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A finales de agosto deberíamos de estar aprovechando nuestros últimos atardeceres en la playa, pero se acerca la vuelta al cole y no solo hay que comprar cuadernos y pinturas de colores.
Finales de agosto. Debería de estar aprovechando nuestros últimos atardeceres en la playa, pero no se me olvida que se acerca la vuelta al cole. Es momento de organizarme, comprar material escolar y buscar buenas tiendas o webs que ofrezcan descuentos, para que el regreso a clases sea fácil en todos los sentidos.
Con esta lista interminable de tareas, hay 5 cosas que me gusta hacer siempre:
1. Piojos
Así es la maternidad. Te pasas una tarde leyendo cuentos a tu hijo, tiernamente abrazados bajo la mantita del sofá, y a la mañana siguiente recibes un email del colegio en el que te dicen que te toca quitar piojos a tu niño…
…P-I-O-J-O-S…
De pronto, te empieza a picar la cabeza compulsivamente y hay que pasar a la acción.
Tengo que tener a punto:
- Una buena liendrera metálica y con estrías. Las que vienen de regalo en los kits no sirven para nada.
- Un tratamiento antipiojos, en formato spray o loción. En mi casa siempre hay un bote de reserva.
- Un spray antipiojos para los tejidos de casa (No todas las telas y tejidos de casa son fáciles de lavar).
- Prevención contra piojos diariamente. Yo echo un botecito de aceite de árbol del té dentro de un acondicionador sin aclarado natural. Al peinarles cada mañana, les protejo.
Para cuidar su cabello diariamente, encuentra el mejor champú natural para bebés y niños.
2. Una buena mochila
Antes, mis niños solo me pedían mochilas con carrito. Les provoca una fascinación incomprensible.
Pero ya no caigo más en la trampa. Sabemos quién va a cargar con el carrito todo el año, ¿verdad? Efectivamente. TÚ.
Día tras día los niños juegan por el patio, mientras tú intentas sacar las llaves del coche con las manos cargadas con las dos mochilas de carrito, más la bolsita de la merienda, las cosas de la piscina… Y tu bolso, claro.
Tienen que ser ligeras, flexibles para que quepa la fiambrera, el bañador y los libros.
Además, poder lavarse en la lavadora y aguantar todo el año como si nada.
3. Uniformes y ropa
Agradecemos todo lo que nos simplifique la vida, por eso hasta la madre más fashionista ama la existencia de los uniformes. Me encanta que desarrollen su estilo personal, pero el fin de semana, por favor. Los lunes no hay tiempo para creatividades.
Si son pequeños, te espera una sesión de poner etiquetas que ni Inditex. Incluida la ropa interior. Vamos, una lata.
Yo uso las etiquetas termoadhesivas, son la mejor manera de marcar, especialmente la que se lava mucho. Se pegan con la plancha. Es muy importante apretar y que la etiqueta haya cogido la textura de la tela. Así no se irá despegando.
Me gusta hacérselas de colores y con un icono, para que reconozcan su ropa rápidamente.
Otra opción fantástica y muy rápida de usar son los sellos para la ropa. Calzoncillos, gorras, toallas de la pisci… Si se va borrando, lo pones de nuevo en un segundo.
** Una buena recomendación es, si cabe, poner en la etiqueta tu teléfono también. Por si se pierde el niño, o la ropa. Mis hijos tienen clarísimo que, si un día se pierden, tienen el teléfono de su mamá apuntado en la camisa.
4. Organizar desayunos y snacks
Las prisas no son buenas, lo sabemos todas, pero se repiten cada mañana. Como me gusta darles la comida más saludable posible y a las 7,30 no quiero ponerme a pensar, hago un planning de desayunos equilibrados para casa y snacks que llevar al cole.
Una simple lista de la que tirar cuando no sé qué hacer.
Aunque muchas veces prefieren cinco minutos más en la cama que levantarse a desayunar, insisto en que tomen un desayuno completo y con suficientes vitaminas. Y es mucho más fácil convencerles si tienen algo diferente cada día y que les motive.
¿Qué incluyen todos? Cereales integrales, fruta y lácteos.
Ideas de desayuno: tortitas de avena y plátano; bizcocho de plátano con harina de coco; pavo, pan y fruta; pudding de chía y leche con fruta; porridge de avena; tostada integral con queso de untar o mantequilla de cacahuete,…
Ideas de snack: fruta, frutos secos, zanahorias en palitos, pepinillos o aceitunas, queso, panecitos, tomates cherry,…
5. Las tareas son de todos
A los niños les viene genial tener rutinas y responsabilidades. Muchas veces nos da pena que se hagan sus cosas, pero la realidad es que les hace madurar y portarse mejor.
Hay que poner tareas para los niños, adaptadas a su edad. Puede ser desde establecer un sitio donde tenga que dejar la mochila al llegar del cole, que saquen su fiambrera y su botella de agua… Cosas sencillas.
He leído de familias en las que los niños se ponen su propia colada… ¡No se me ocurriría dejar a mis hijos enredar con detergente! Pero ser responsables de sus cosas del cole, sí.
Los primeros días de inculcar hábitos siempre son difíciles. Por eso, hacer la típica tabla de recompensas, o darles una chuche al terminar, les motiva un montón. Y a las pocas semanas, ellos solitos lo hacen.