IMR: dermatología de vanguardia y piel bonita
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Si hay algo que nunca me salto, es mi revisión anual dermatológica. Y no, no es solo una cuestión estética. Es una forma inteligente de cuidar mi salud: permite detectar problemas a tiempo y mantener la piel en su mejor versión.
Sobre todo cuando llegamos a los 40, que queremos vernos bien sin dejar de ser nosotras. Por eso, ir a una clínica de vanguardia en dermatología como IMR no es un lujo, es una inversión en autocuidado.

IMR, un centro de vanguardia
Desde hace 20 años, el Instituto Médico Ricart es un referente real en medicina estética y dermatología avanzada, con muchísimas especialidades, lo que permite un tratamiento mucho más completo y acertado.
Y es que, un buen dermatólogo no solo trata problemas: si quieres una piel con textura uniforme, tono bonito y rejuvenecida, necesitas algo más que cremas. Todo empieza con una piel bien cuidada desde adentro.
¿Con el pelo? ¡Lo mismo! Muchas veces esperamos a acudir al dermatólogo muy tarde, después de haber seguido todos los consejos de las vecinas y cuñadas. Cuando una revisión a tiempo, permite que podamos evitarlo o, en caso de que no sea posible, obtener una regeneración capilar. Porque aquí no estamos para perder tiempo.

Me preguntáis muchas veces por una buena clínica medicina estética y, para mí, es fundamental que tenga una visión conservadora. Es decir, que, utilizando las mejores técnicas y tratamientos, mejore sin transformarte en otra persona, que consiga resultados visibles, pero naturales.
Grandes profesionales, misma concepción de la estética y un centro bonito y a de vanguardia. Sus clínicas en distintos puntos de España son un destino obligado.
Musts en tu visita al dermatólogo
¿Por qué es recomendable una visita anual de revisión al dermatólogo?
Para empezar, porque la base de una piel bonita y sana está en una rutina facial diaria correcta que combine los productos adecuados para tu tipo de piel: limpieza, antioxidantes, protector solar, retinoides… Y muchas veces creemos que lo hacemos todo bien y no es así.
Además, a lo largo del año, la piel necesita cosas distintas. ¿Tras el verano? Tratar las manchas, reparar el daño solar y reforzar la barrera cutánea. ¿En invierno? Recuperar hidratación en profundidad y recuperar la luminosidad.
En momentos como el otoño, es cuando me gusta centrarme en renovar la piel con peelings, IPL o láser, ya que no hay tanta exposición solar, lo que lo hace el momento perfecto.
Y, por supuesto, cuando nos acercamos a los cuarenta, a veces vemos que eso no es suficiente: la piel necesita una ayuda extra para estimular colágeno con tratamientos como toxina botulínica, láser fraccionado, inductores de colágeno, mesoterapia, radiofrecuencia…
Además, en mi opinión es importante el abordaje integral del cuidado de la piel. Y, cuando en una clínica tienen gran variedad de procedimientos, es más fácil obtener el resultado perfecto para tu problema.
Así que, si no sabes por dónde empezar, te recomiendo que busque un dermatólogo que hable tu idioma, que investigues sus tratamientos y procedimientos en Instagram y que tenga el mismo concepto de «. Uno que entienda que quieres resultados visibles, pero naturales»belleza natural» que tú. Porque esa es la verdadera belleza a los 40: cuidarte sin perderte.
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